jueves, 30 de agosto de 2012

El "Gobierno de Indias"

Vimos que lo segundo necesario para colonizar América, luego de poblarla de españoles, es:

FORMAR UN GOBIERNO



Para organizar la distribución de la población, para hacer cumplir en la medida de lo posible la autoridad del rey, y para organizar la forma en que se repartía la tierra conquistada y la mano de obra, para así producir la riqueza que España necesita, para todo esto será necesaria una ordenada administración. Se le llama a esto Gobierno de Indias.También se lo conoce como "Régimen Indiano". Recordemos que en aquella época se solía llamae a los territorios americanos "Indias Occidentales" (para diferenciarlas de las llaamdas Indias Orientales: China, Japón, la India propiamente dicha).

El Gobierno de Indias está formado por varias autoridades subordinadas (es decir, que unas están por encima de otras en cuanto a poder y autoridad, en un orden de jerarquía). Veamos cuáles son estas autoridades:

En España estaban las autoridades más importantes, siendo el rey la principal:

Carlos I, rey de España entre 1516 y 1556
-El rey hacía leyes. Debía ratificar (dar autorización o visto bueno) lo resuelto por el Consejo de Indias. Designaba directamente a gran parte de las autoridades inferiores, delegando en ellas parte de la responsabilidad de gobierno de las que no quería encargarse.



-El Consejo de Indias gobierna en aquellos asuntos de los que el rey no se encarga. Es también un tribunal supremo (impartía justicia), penal y civil. Cualquier queja de importancia, como podía ser la acusación de corrupción a una alta autoridad de América, era juzgada por el Consejo de Indias. Era encargado de asesorar (dar consejos) al rey sobre las medidas que se debían tomar en estos territorios, las autoridades que debía nombrar, y también de codificar, o sea, ordenar minuciosamente, y publicar, todas las leyes hechas para América. Era lento, sus decisiones se estancaban, pero tenía reputación de objetivo y confiable. 

-La Casa de Contratación controla los viajes de ida y de vuelta a América, ya sean barcos del rey o privados. Controla así la población que en esos barcos va para quedarse a vivir en América, los ingresos que tiene el rey, aquellos productos que salen para ser vendidos en América, los metales que entran a España. Se ocupaba, en resumen, de todo lo relacionado al comercio.


1- De estas autoridades residentes en España, señalá cuáles se encargaban de asuntos políticos (gobernar, hacer leyes, juzgar delitos, etc) y cuáles se encargaban de asuntos económicos. 


En América existían otras autoridades, veamos cuáles eran:

-El Virrey era un hombre de confianza del rey como su encarnación en América, y por lo tanto eran la máxima autoridad luego del rey. Los virreyes eran principalmente nobles, en lo posible de alto rango, pero también lograron ser virreyes algunos nobles de menor rango y otros que no lo eran. Gobernaban desde la capital virreinal y supervisaban el resto. Su período de gobierno era reducido (tres a cinco años) y en él no podía establecer relaciones de amistad o parentesco en su ciudad. Eran los encargados de interpretar las leyes que venían de España. Tenía función de control religioso, control de presupuesto, y otros.

-El Capitán General era un comandante militar, de rango similar al virrey, designado en las provincias de frontera, donde la amenaza los indígenas y sobre todo de otros países europeos era muy fuerte. Allí se necesitaba un experto militar que decidiera rápido y afrontara ese peligro.

-La Real Audiencia era ocupada por varios jueces llamados "oidores", y surgió como forma de controlar a los  al virreyes, para evitar el abuso de su autoridad. También fue una forma de controlar que los virreyes no adquirieran demasiada fuerza y riqueza a espaldas de los reyes y pudieran independizarse o desobedecerlos. Funcionaba como tribunal de apelaciones (donde los pobladores se quejaban de gobernadores y virreyes) en asuntos que no podían solucionar las autoridades inferiores, por lo tanto impartía justicia. A través de la Real Audiencia se hacían pedidos y protestas al Consejo de Indias en España. Sus decisiones tenían fuerza de ley. Los oidores debían recorrer el territorio todos los años, para recoger las quejas y peticiones de los pobladores. Junto con el virrey decidía en los temas importantes, y sustituía a dicho virrey si se ausentaba o moría (hasta que el rey nombrara a otro virrey).

-Los Gobernadores ocupaban el cargo por tiempo limitado. Eran designados por el rey, y estaban bajo la autoridad del virey. Los gobernadores se encargaban de asuntos políticos menores, y podían legislar (hacer leyes) sobre ciertos aspectos de la vida colonial, siempre necesitando la autorización del virrey.

-Los Corregidores eran autoridades menores que se dividían en corregidores de españoles (fueron perdiendo importancia) y de indios, pues unos gobernaban en los pueblos de españoles y otros en los pueblos de indios (que vivían separados). Ejercían sus funciones en un territorio más pequeño que el de los gobernadores. Como estos corregidores eran muy a menudo denunciados como corruptos, más tarde el rey decidió suplantarlos por intendentes. Eran elegidos, al igual que los gobernadores, por el rey en algunos casos, por el virrey o por las Audiencias. Presidían los Cabildos, supervisaban el cobro de impuestos y el funcionamiento de la defensa militar.

-Por último está el Cabildo, una institución representativa donde tenían participación todos los vecinos de la ciudad. Pero no todos los pobladores de la ciudad eran vecinos. Vecinos eran los pobladores blancos que tenían propiedades en las ciudades (o sea que tenían casa en la ciudad pues les habían repartido terrenos), estaban casados y habitaban en la misma ciudad. El Cabildo podía retirar la calidad (el "título" por así decirlo) de vecino si no se adecuaba a las costumbres bien vistas (si era borracho, homosexual, ladrón, etc.) por los demás vecinos o al respeto por la moral religiosa, u otros delitos. También se perdía la calidad de vecino si por deudas u otra razón se perdía la casa y campo. Según la ciudad el primer Cabildo (enseguida de la fundación) era elegido por el fundador, o por los vecinos. Luego los miembros se renovaban cada año: los que dehaban el cargo elegían a los que los suplantarían. Por esto la elección de las autoridades del Cabildo no era representativa de todos, sino una negociación entre vecinos poderosos y en general los cargos se quedaban en pocas manos, dentro de ciertas familias, unidas entre sí por matrimonios arreglados o por relaciones económicas, que se los pasaban de generación en generación. En pocas palabras, se acomodaban para mantener los cargos dentro de las mismas pocas familias. Más tarde se permitió la compra de cargos, y también la premiación con un cargo vitalicio a alguien que hiciera un servicio importante a la ciudad.

Vista actual del edificio del Cabildo de Montevideo, en la Ciudad Vieja

Las atribuciones más importantes del Cabildo eran: la de controlar los precios de los productos de primera necesidad; la policía y control de moralidad y la defensa judicial de la ciudad ante autoridades superiores. Además el Cabildo es tribunal de apelaciones, es el encargado de llevar a cabo las obras públicas y vigilar el aumento de la población de acuerdo a la capacidad de la ciudad para alimentarla. Obtenía dinero de lo que producía, de las donaciones de los vecinos, y de impuestos. El corregidor presidía el Cabildo y decidía con su voto si había empate.
Existían Cabildos en los pueblos de indios, que tenían como fin acostumbrar a los nativos en el funcionamiento político español. Pero estos Cabildos nunca tuvieron gran importancia de decisión.

 2- ¿De qué se encargaban los corregidores?
3- ¿Qué problemas había con los corregidores?
4- ¿Qué era un Cabildo?
5- ¿Quiénes podían integrar los Cabildos?
6- ¿De qué se encargaban los Cabildos?



División política y administrativa de América

La principal división política de América era la de los virreinatos y capitanías generales, gobernados por las dos autoridades más importantes que existían en territorio americano (como ya vimos más arriba).

A continuación vemos un mapa en que se pueden ver los virreinatos existentes en América al comienzo del período colonial, en el siglo XVI. Como veremos más adelante, las reformas borbónicas crearán nuevos virreinatos, uno de ellos el del Río de la Plata, donde estaba Montevideo.

(Clic para agrandar)

7- Hacé una lista de los Virreinatos y las Capitanías Generales que existían en América en los siglos XVI y XVII.

jueves, 23 de agosto de 2012

Colonización española de América

Los españoles, con un puñado de hombres, muy pequeño en relación a los muchos indígenas que poblaban este continente, lograron conquistar grandes extensiones de tierras. Ayudados por sus armas desconocidas para los indígenas, las enfermedades para las que no tenían defensas, su superstición, y la utilización de los problemas políticos de los indígenas a su favor, los europeos se adueñaron de los más grandes imperios americanos.

Pero una vez que la tierra era suya, que la tenían delante de ellos a su disposición: ¿qué hacer?

Como las tierras americanas se conquistaron en nombre de los reyes de España se suponía que éstos deberían decidir qué se debería hacer con ellas, y cómo.

Pero como siempre había sido en Europa, los reyes no tenían un poder total, absoluto. No tenían un ejército fuerte que se pudiera mover rápidamente por toda España, ni podían cobrar los impuestos suficientes como para poder pagar a los funcionarios que hicieran cumplir su voluntad. Si esto sucedía en la propia España, se imaginan que peor sería en América, más grande y con un océano (que demoraba meses en cruzarse) que los separaba. Por eso es que nadie negaba obediencia de palabra a los reyes, pero en la práctica era un poco distinto, gente poderosa o no tan poderosa se escapaba del control de los reyes, y ellos debían negociar con estas personas para no perder el control total de la situación. Esto es esencial para entender lo que pasará en América.

Los reyes españoles pretendían tres cosas principales: poblar; formar un gobierno, una administración, y explotar económicamente las nuevas tierras para obtener riquezas.


1- ¿A qué tarea se debieron enfrentar los españoles cuando terminaron la primera etapa de conquista?
2- ¿Qué problemas tenían que enfrentar los reyes de España en su relación con los conquistadores que estaban en América?


Lo primero necesario para colonizar, entonces, es

POBLAR Y FUNDAR CIUDADES

Los reyes pretendían poblar de blancos América (población indígena ya existía en abundancia). Pero ¿para qué? En primer lugar querían formar en las tierras que ahora les pertenecían una sociedad parecida, semejante a la española del otro lado del mar. Pero también poblar es tomar posesión efectiva de la tierra. ¿Qué es esto de tomar posesión efectiva? Quiere decir que una tierra no es de un rey hasta que ese rey no llevó a ella gente que le obedece mínimamente y hace cumplir su autoridad sobre los conquistados. Si el rey no llevaba blancos a América la conquista no era más que una cosa de palabra, pues los indígenas seguirían viviendo como quisieran mientras nadie los obligara a otra cosa. Y obligarlos a otra cosa que hacer lo que quisieran era necesario para que los españoles en general y los reyes en particular se enriquecieran, explotaran económicamente las tierras, pues ellos no iban a trabajar. Además, si no había un número considerable de españoles, los indígenas podrían rearmarse, atacar y vencerlos; o también otros países europeos conquistadores podían adueñarse del territorio por considerarlo “vacío”.
 
      Tras la guerra de reconquista, en la cual los españoles habían vencido al reino musulmán que existía en el sur de España (1492), muchos nobles pobres y de bajo rango, que habían luchado con la esperanza de obtener las tierras que no tenían, estaban descontentos.

Es así que la parte más importante de los primeros pobladores de América fueron estos nobles pobres, llamados hidalgos. Los reyes necesitaban a estos hidalgos para tomar posesión de la tierra, y ambos, los reyes y los hidalgos tenían un gran interés en enriquecerse, por eso tuvieron que hacer una especie de pacto implícito en el cual los reyes toleraban abusos y corrupción de los hidalgos americanos, mientras los hidalgos daban a los reyes (no siempre de buena gana) parte de las riquezas que extraían de América.

3- ¿Por qué los reyes españoles querían poblar América con españoles?
4- ¿Quiénes eran los hidalgos?


Plano antiguo de la ciudad colonial de Montevideo. Típica ciudad española amurallada, de manzanas cuadradas con plaza en el centro de la ciudad rodeada por el cabildo y la catedral.

Los reyes también pretendían fundar ciudades. ¿Para qué? Las ciudades eran muy importantes porque mantenían a los pobladores españoles juntos en un mismo espacio. Allí era más fácil para los funcionarios del rey controlar a estas personas, lo cual habría sido imposible si se dispersaban por la inmensidad del territorio americano. También en la ciudad era posible cobrar los impuestos reales, cosa imposible si se dispersaban. A su vez los pobladores americanos dependían de las ciudades en muchas cosas. Una de ellas era la tierra: para que se les repartieran solares (terrenos) para construir sus casas, para que se les repartieran chacras para producir sus alimentos, e incluso para que se les diera algunas tierras más grandes un poco más lejos de la ciudad, para todo esto, debían ser vecinos. Vecino era el poblador de una ciudad que por serlo, y por ser blanco tenía derecho a votar en el Cabildo (ya veremos qué es un Cabildo).

También la ciudad era importante como un lugar defensivo, protegido por murallas y donde estaban los soldados. Sólo podía vivir fuera de la ciudad una persona lo suficientemente poderosa como para tener un número considerable de subordinados que lo defendieran.

La ciudad es además el centro religioso, donde está la iglesia más importante, lo cual es vital para una sociedad en la que todos y cada uno es profundamente religioso.

5- ¿Qué pretendían los reyes españoles al fundar ciudades en América?

domingo, 5 de agosto de 2012

Las trece colonias del norte y la importancia de no nacer importante


Extraído del libro "Las venas abiertas de América Latina", de Eduardo Galeano (1971). 

LAS TRECE COLONIAS DEL NORTE Y LA IMPORTANCIA
DE NO NACER IMPORTANTE

La apropiación privada de la tierra siempre se anticipó, en América Latina, a su cultivo útil. Los rasgos más retrógrados del sistema de tenencia actualmente vigente no provienen de las crisis, sino que han nacido durante los períodos de mayor prosperidad; a la inversa, los períodos de depresión económica han apaciguado la voracidad de los latifundistas por la conquista de nuevas extensiones. En Brasil, por ejemplo, la decadencia del azúcar y la virtual desaparición del oro y los diamantes hicieron posible, entre 1820 y 1850, una legislación que aseguraba la propiedad de la tierra a quien la ocupara y la hiciera producir. En 1850 el ascenso del café como nuevo «producto rey» determinó la sanción de la Ley de Tierras, cocinada según el paladar de los políticos y los militares del régimen oligárquico, para negar la propiedad de la tierra a quienes la trabajaban, a medida que se iban abriendo, hacia el sur y hacia el oeste, los gigantescos espacios interiores del país. Esta ley «fue reforzada y ratificada desde entonces por una copiosísima legislación, que establecía compra como única forma de acceso a la tierra y creaba un sistema notarial de registro que haría casi impracticable que un labrador pudiera legalizar su posesión…»

La legislación norteamericana de la misma época se propuso el objetivo opuesto, para promover colonización interna de los Estados Unidos. Crujían las carretas de los pioneros que iban extendiendo frontera, a costa de las matanzas de los indígenas, hacia las tierras vírgenes del oeste: la Ley Lincoln de 1862, el Homested Act, aseguraba a cada familia la propiedad de lotes de 65 hectáreas.

Cada beneficiario se comprometía a cultivar su parcela por un período no menor de cinco años1. El dominio público se colonizó con rapidez asombrosa; la población aumentaba y se propagaba como una enorme mancha de aceite sobre el mapa. La tierra accesible, fértil y casi gratuita, atraía a los campesinos europeos, con un imán irresistible: cruzaban el océano y también los Apalaches rumbo a las praderas abiertas. Fueron granjeros libres, así, quienes ocuparon los nuevos territorios del centro y del oeste. Mientras el país crecía en superficie y en población, se creaban fuentes de trabajo agrícola y al mismo tiempo se generaba un mercado interno con gran poder adquisitivo, la enorme masa de los granjeros propietarios para sustentar la pujanza del desarrollo industrial.

En cambio, los trabajadores rurales que, desde hace más de un siglo, han movilizado con ímpetu la frontera interior de Brasil, no han sido ni son familias de campesinos libres en busca de un trozo de tierra propia, como observa Ribeiro, sino braceros contratados para servir a los latifundistas que previamente han tomado posesión de los grandes espacios vacíos. Los desiertos interiores nunca fueron accesibles, como no fuera de esta manera, a la población rural. En provecho ajeno, los obreros han ido abriendo el país, a golpes de machete, a través de la selva. La colonización resulta una simple extensión del área latifundista. Entre 1950 y 1960, 65 latifundios brasileños absorbieron la cuarta parte de las nuevas tierras incorporadas a la agricultura.

Estos dos opuestos sistemas de colonización interior muestran una de las diferencias más importantes entre los modelos de desarrollo de los Estados Unidos y de América Latina. ¿Por qué el norte es rico y el sur pobre? El río Bravo señala mucho más que una frontera geográfica. El hondo desequilibrio de nuestros días, que parece confirmar la profecía de Hegel sobre la inevitable guerra entre una y otra América, ¿nació de la expansión imperialista de los Estados Unidos o tiene raíces más antiguas? En realidad, al norte y al sur se habían generado, ya en la matriz colonial, sociedades muy poco parecidas y al servicio de fines que no eran los mismos3 despliegan en vano la imaginación en el afán de encontrar identidades entre los procesos históricos del norte y del sur. Los peregrinos del Mayflower no atravesaron el mar para conquistar tesoros legendarios ni para explotar la mano de obra indígena escasa en el norte, sino para establecerse con sus familias y reproducir, en el Nuevo Mundo, el sistema de vida y de trabajo que practicaban en Europa. No eran soldados de fortuna, sino pioneros; no venían a conquistar, sino a colonizar: fundaron «colonias de poblamiento». Es cierto que el proceso posterior desarrolló, al sur de la bahía de Delaware, una economía de plantaciones esclavistas semejante a la que surgió en América Latina, pero con la diferencia de que en Estados Unidos el centro de gravedad estuvo desde el principio radicado en las granjas y los talleres de Nueva Inglaterra, de donde saldrían los ejércitos vencedores de la Guerra de Secesión en el siglo XIX. Los colonos de Nueva Inglaterra, núcleo original de la civilización norteamericana, no actuaron nunca como agentes coloniales de la acumulación capitalista europea; desde el principio, vivieron al servicio de su propio desarrollo y del desarrollo de su tierra nueva. Las trece colonias del norte sirvieron de desembocadura al ejército de campesinos y  artesanos europeos que el desarrollo metropolitano iba lanzando fuera del mercado de trabajo. Trabajadores libres formaron la base de aquella nueva sociedad de este lado del mar.

España y Portugal contaron, en cambio, con una gran abundancia de mano de obra servil en América Latina. A la esclavitud de los indígenas sucedió el trasplante en masa de los esclavos africanos. A lo largo de los siglos, hubo siempre una legión enorme de campesinos desocupados disponibles para ser trasladados a los centros de producción: las zonas florecientes coexistieron siempre con las decadentes, al ritmo de los auges y las caídas de las exportaciones de metales preciosos o azúcar, y las zonas de decadencia surtían de mano de obra a las zonas florecientes. Esta estructura persiste hasta nuestros días, y también en la actualidad implica un bajo nivel de salarios, por la presión que los desocupados ejercen sobre el mercado de trabajo, y frustra el crecimiento del mercado interno de consumo. Pero además, a diferencia de los puritanos del norte, las clases dominantes de la sociedad colonial latinoamericana no se orientaron jamás al desarrollo económico interno. Sus beneficios provenían de fuera; estaban más vinculados al mercado extranjero que a la propia comarca. Terratenientes y mineros y mercaderes habían nacido para cumplir esa función: abastecer a Europa de oro, plata y alimentos. Los caminos trasladaban la carga en un solo sentido: hacia el puerto y los mercados de ultramar. Ésta es también la clave que explica la expansión de los Estados Unidos como unidad nacional y la fractura de América Latina: nuestros centros de producción no estaban conectados entre sí, sino que formaban un abanico con el vértice muy lejos.

Las trece colonias del norte tuvieron, bien pudiera decirse, la dicha de la desgracia. Su experiencia histórica mostró la tremenda importancia de no nacer importante. Porque al norte de América no había oro ni había plata, ni civilizaciones indígenas con densas concentraciones de población ya organizada para el trabajo, ni suelos tropicales de fertilidad fabulosa en la franja costera que los peregrinos ingleses colonizaron. La naturaleza se había mostrado avara, y también la historia: faltaban los metales y la mano de obra esclava para arrancar los metales del vientre de la tierra. Fue una suerte. Por lo demás, desde Maryland hasta Nueva Escocia, pasando por Nueva Inglaterra, las colonias del norte producían, en virtud del clima y por las características de los suelos, exactamente lo mismo que la agricultura británica, es decir, que no ofrecían a la metrópoli, como advierte Bagú1, una producción complementaria.

Muy distinta era la situación de las Antillas y de las colonias ibéricas de tierra firme. De las tierras tropicales brotaban el azúcar, el tabaco, el algodón, el añil, la trementina; una pequeña isla del Caribe resultaba más importante para Inglaterra, desde el punto de vista económico, que las trece colonias matrices de los Estados Unidos.

Estas circunstancias explican el ascenso y la consolidación de los Estados Unidos, como un sistema económicamente autónomo, que no drenaba hacia fuera la riqueza generada en su seno. Eran muy flojos los lazos que ataban la colonia a la metrópoli; en Barbados o Jamaica, en cambio, sólo se reinvertían los capitales indispensables para reponer los esclavos a medida que se iban gastando. No fueron factores raciales, como se ve, los que decidieron el desarrollo de unos y el subdesarrollo de otros: las islas británicas de las Antillas no tenían nada de españolas ni de portuguesas. La verdad es que la insignificancia económica de las trece colonias permitió la temprana diversificación de sus exportaciones y alumbró el impetuoso desarrollo de las manufacturas. La industrialización norteamericana contó, desde antes de la independencia, con estímulos y protecciones oficiales. Inglaterra se mostraba tolerante, al mismo tiempo que prohibía estrictamente que sus islas antillanas fabricaran siquiera un alfiler.

Sociedades indígenas y conquista de América: el caso del Perú

Las sociedades americanas antes de la llegada de los europeos

(Texto extraído del libro Pensar la Historia 2º año C.B., Editorial Contexto)
Clic en los textos y la imagen para agrandarlos.


Vista de la ciudad inca de Machu Picchu





(Clic para agrandar. Si aún te cuesta leer los nombres, descargá la imagen y abrila para poder hacer zoom)

1- ¿Qué diferencias y qué similitudes existían entre los diversos pueblos americanos antes de la llegada de los europeos?

2- Observá el mapa. Tomando en cuenta a todas las sociedades indígenas que allí aparecen, ¿qué tipo de actividad económica (agricultura extensiva, agricultura intensiva y caza-recolección) te parece que era predominante en el continente? ¿Por qué?

3- La forma de vida de los indígenas, ¿influyó al momento de la conquista española? ¿Por qué?


Los centros de la conquista

La conquista española de América se hizo a  partir de determinados lugares o centros desde donde se organizaban empresas de descubrimiento y exploración de islas o tierras vecinas. Así, el primer centro de conquista fue en el Caribe, la isla de La Española, también llamada Santo Domingo (la actual República Dominicana). Desde este centro se conquistaron y colonizaron las demás islas y los territorios de Panamá y México.

4 - En el libro Pensar la Historia 2º año C.B., Editorial Contexto (está en la biblioteca del liceo) buscá el Mapa C:3, en la página 60, y calcalo.

5- Hacé una lista, en orden cronológico, de los centros de conquista mencionados en el mapa.


La conquista del Perú

Las razones para la rápida conquista de Perú se deben por un lado a la superioridad tecnológica y por otra a las artimañas utilizadas por los conquistadores que aprovecharon la guerra civil en que estaba sumido el imperio Inca entre los dos hermanos Atahualpa y Huascar. El artífice de la conquista fue Francisco Pizarro.


Las primeras noticias sobre la existencia del fabuloso reino del Birú (como lo llamaban los indígenas), llegaron a oídos de los españoles asentados en Panamá desde comienzos del siglo XVI. Los gobernadores españoles del lugar enviaron expediciones de reconocimiento hacia el sur, bordeando la costa del Pacífico a partir de la década de 1520. Entre todas ellas, sobresalieron las que realizó una sociedad compuesta por dos veteranos soldados: Diego de Almagro y Francisco Pizarro.


Pizarro tenía una encomienda en Panamá. El sacerdote Bartolomé de Las Casas le califica como un hombre tosco y analfabeto, poco dado a las mujeres y la bebida pero aficionado al juego. En Panamá se asoció con Diego de Almagro (un hombre con mala salud, había perdido un ojo en una batalla y tenía sífilis), y con el religioso Hernando de Luque para que financiara una expedición con la pretensión de llegar a las tierras del Perú, conquistarlas y repartirse las riquezas y el prestigio de la empresa.


Francisco Pizarro
En el primer intento (1524) se tuvieron que volver por falta de recursos. También se frustró la segunda expedición; quedó Pizarro, con otros 13 hombres, los cuales capturaron a algunos indígenas, entre ellos dos niños a los que bautizaron como Manuel y Felipillo, que a partir de entonces les servirían como intérpretes. Cuando volvieron a Panamá con muestras de riqueza, el Gobernador no les prestó mucha atención y Pizarro regresó a España. El 26 de julio de 1529 consiguió, en Toledo, una capitulación de manos del rey Carlos V, quien lo autorizó para continuar la conquista, obteniendo el título de Gobernador y Capitán General del Perú (a Almagro lo nombraron gobernador de Tumbes, una pequeña ciudad inca que ya habían descubierto). Se volvió a embarcar hacia Panamá en 1530, con sus hermanos Hernando, Gonzalo y Juan, y con su tío Francisco Martínez Alcántara. Salió de Panamá, con rumbo al Perú, a finales del mismo año con 3 navíos, 180 hombres y 37 caballos.

Huayna Capac, según Poma de Ayala
Encontraron Tumbes destruida por las tropas de Atahualpa, el Inca, que se hallaba en guerra con su hermano Huáscar por el trono del imperio. El padre de ambos, el anterior inca, llamado Huayna Capac, había muerto unos años antes de una extraña enfermedad, posiblemente la viruela. Huayna Capac tenía noticias de extraños navíos avistados en las costas de su imperio, pero no llegó a tener contacto directo con los españoles. Atahualpa, en cambio, ya sabía de la llegada y desembarco de los españoles en sus tierras, y aunque se dice que ya no los consideraba dioses, les temía sobre todo por sus armas y sus caballos.

Los españoles penetraron hacia el interior de esa región y llegaron a Cajamarca. La ciudad, con sus palacios y depósitos, estaba desierta; desde las alturas cercanas, el Inca, rodeado de su ejército de miles de guerreros, los observaba. Pizarro envió una embajada para invitarlo a reunirse. Atahualpa accedió y entró a la ciudad rodeado de una gran pompa. Según las crónicas, el primero en dirigirse al Inca fue fray Vicente Valverde (un sacerdote). El siguiente relato de Guamán Poma de Ayala, un indígena peruano (escrito mucho tiempo después de la conquista), nos da una versión sobre esa entrevista:

"...en la ciudad de Cajamarca, en la plaza pública, en su trono (...) se sentó Atahualpa Inca.

Y luego comenzó don Francisco Pizarro y don Diego de Almagro a decirle con la lengua (lenguaraz o intérprete) Félipe. Le dijo que era mensajero y embajador de un gran señor y que fuese su amigo, que sólo a eso venía.

Respondió muy atentamente lo que decía don Francisco Pizarro y lo dice la lengua, Felipe, indio. Responde el inca que no tenía que hacer amistad, que también era él gran señor en su reino.

Después de esta respuesta, entra con la suya fray Vicente, llevando en la mano derecha una cruz y en la izquierda una Biblia. Y le dice al dicho Atahualpa Inca que también es embajador y mensajero de otro señor, muy grande amigo de Dios y que fuese su amigo y que adorase la cruz y creyese el Evangelio de Dios, que todo lo demás era cosa de burla.

Responde Atahualpa Inca y dice que no tiene que adorar a nadie sino al Sol que nunca muere. Y preguntó el dicho inca a fray Vicente quién se lo había dicho.

Responde fray Vicente que le había dicho el Evangelio, el libro.

Y dijo Atahualpa: dámelo a mí, el libro, para que me lo diga. Y así se lo dio y lo tomó en las manos; comenzó a hojear las hojas del dicho libro. Y dice el dicho Inca que, como no me lo dice, ni me habla a mí el dicho libro, hablando con grande majestad, sentado en su trono, y lo tiró al suelo el dicho libro de las manos, el dicho inca Atahualpa.

Cómo fray Vicente dio voces y dijo: ¡Aquí, caballeros, con estos indios infieles son contra nuestra fe! Y don Francisco Pizarro y don Diego de Almagro, de la suya, dieron voces y dijo: ¡Salgan, caballeros, contra estos infieles que son contra nuestra CrÍstiandad y de nuestro rey, demos en ellos!

Y así luego comenzaron los caballeros y dispararon sus arcabuces y dieron la escaramuza y los dichos soldados a matar indios como hormigas y de espanto de arcabuces y ruido de cascabeles y de las armas, de estar lleno de indios la plaza de Cajamarca.

Y se mataron entre ellos, de apretarse y pisarse y tropezarse los caballos, murieron mucha gente de indios, que no se pudo contar. De la banda de los españoles murieron cinco personas..."

Los españoles, entonces, frente a lo que consideraban un gravísimo insulto por parte de Atahualpa, lo capturaron y masacraron a sus guerreros. Era el 16 de novimebre de 1532.

Atahualpa, prisionero y viendo la codicia de los españoles, negoció con los españoles prometiendo un rescate a cambio de su libertad: llenar la habitación en la que se encontraba prisionero con obejtos de oro y de plata. Probablemente esto fuera una etsrategia del Inca para ganar tiempo mientras sus generales acudían en su ayuda. A los siete meses de la captura del Inca, se había reunido un tesoro en Cajamarca, el más grande hasta entonces visto en América. A pesar del pago del rescate, y bajo la presión de los soldados españoles, el Inca Atahualpa fue condenado a muerte, el 26 de julio de 1533. Con él fueron ejecutados los principales jefes incas y se repartieron sus mujeres como parte del botín.

La siguiente animación recrea los sucesos de Cajamarca. Seguramente te sirva para aclarar y ordenar mejor los sucesos que acabás de leer:


El siguiente punto para los españoles era dominar la capital del Imperio, Cusco. Pizarro la ocupó y en el mismo lugar fundó una ciudad española con igual nombre. Organizó el primer cabildo y repartió tierras e indígenas en encomienda entre sus seguidores. En 1535, para tener mayor contacto con Panamá, decidió fundar una nueva capital, más cerca de la costa: Lima, la Ciudad de los Reyes.

Rutas de las expediciones de Pizarro

Aparentemente la conquista había sido un éxito, pero no estaba consolidada. Se produjeron rivalidades entre españoles, por un lado, y entre ellos y los indígenas. Almagro estaba disconforme con la parte que le había tocado, tanto en el reparto del botín como en los cargos del gobierno. Para obtener un mejor título debía continuar la conquista hacia el sur y se dirigióm entonces, a Chile, aunque no encontró pueblos que vivieran en ciudades ni grandes riquezas.

A su vez, los indígenas a las órdenes de manco Inca se sublevaron y sitiaron Cusco con un ejército de 200 mil hombres. Los españoles consiguieron ayuda de los wanca, una etnia sometida y enemiga de los incas. Derrotado, Manco Inca se refugió en la selva y fundó Vilcabamba, considerado un nuevo Estado inca que se preservó hasta 1572 cuando fue conquistado por los españoles.

Diego de Almagro en marcha hacia Chile

Los problemas continuaron enfrentando a Pizarro y Almagro con sus correspondientes seguidores y ejércitos. Los dos conquistadores murieron asesinados. Para ese entonces, el dominio español sobre los Andes se extendía desde la actual Colombia hasta el centro de Chile. La conquista comenzó a dar paso a la colonización de la mano de los nuevos órganos de gobierno, la Audiencia y el Virrey, que llegaron para poner orden entre los bandos rivales de españoles que amenazaban con establecer un gobierno independinte del rey de España.




Reconstrucción actual de un enfrentamiento entre españoles e incas


6- ¿Cómo se organizó la conquista del Perú?

7- ¿Cuál fue el gravísimo insulto de Atahualpa, según sintieron los españoles?

8- Hacé una lista (en orden cronológico) de los principales sitios por los que pasó la expedición conquistadora de Pizarro, y anotá brevemente qué hechos sucedieron en esos lugares. Incluí el sitio de partida y el último lugar.

9- Observá detenidamente la última imagen (la escena de lucha entre conquistadores e incas). ¿Qué elementos encontrás en la imagen que ayuden a comprender por qué resultaron victoriosos los españoles?

10- ¿Qué otros factores, que no aparecen en dicha imagen, fueron decisivos para la victoria de los españoles?

11- Anotá ejemplos de todos esos factores que aparezcan en la conquista del Perú.